
Durante la tarde del pasado día 04 de mayo, agentes de la Guardia Civil pertenecientes al Servicio de Protección de la Naturaleza, detectaron en el interior de una parcela situada en el término municipal de Miajadas, la presencia un perro de raza mastín, con un tronco de madera de considerables dimensiones (unos 50 centímetros de longitud) atado al cuello, que limitaba e impedía la normal movilidad del animal, pudiendo conllevar el uso de ese sistema, un trato vejatorio , además de sufrimientos o daños injustificados, e inculcarle pautas de comportamiento y aptitudes ajenas e impropias de su condición. Este tipo de conductas contraviene lo estipulado al respecto en la Ley 5/2002, de 23 de mayo, de Protección de los Animales en la CCAA de Extremadura.
La Guardia Civil inició las investigaciones para la localización e identificación de su propietario, ya que el mismo carecía del correspondiente transpondedor electrónico (microchip), que debería tener obligatoriamente implantado. Tras varios días de averiguaciones, la Guardia Civil comprueba que la parcela había sido alquilada por su propietario a un vecino de la misma localidad, quien tras ser identificado y entrevistado, confirma ser el propietario del perro, informándole de los hechos y solicitándole la cartilla sanitaria, observando en la misma que el microchip le había sido implantado el día 28 de abril de 2015, coincidiendo con las correspondientes vacunas y tratamientos desparasitarios.

Como resultado final, la Guardia Civil levantó las correspondientes actas administrativas contra el propietario del perro por maltrato animal, así como a la imputación de éste y del veterinario, en un supuesto delito de falsedad documental.
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